18 de marzo de 2012

La unión hace la fuerza

Proyecto Cuadrilla y su primera vez en la BAF Week

Uno, dos, tres… Siete modelos. Mientras el público espera al octavo, la luz baja acompañada por la música en el desfile Otoño-Invierno '12 de Proyecto Cuadrilla y, para algunos, reina la confusión. ¿Ya terminó? ¿Una colección de ocho conjuntos? Antes de poder responder, la iluminación y la música vuelven a ser las de antes. Siete chicas salen a la pasarela, otra pausa y siete chicos más pasan por ese camino blanco, tres veces se repite la misma secuencia de cortes y pasadas. Un total de seis cambios de lenguaje constructivo, seis paletas diferentes y ocho diseñadores distintos. Eso es esta innovadora agrupación, un rompecabezas de estilos que no buscan amalgamarse.
Proyecto Cuadrilla nació como respuesta a una dificultad: para un diseñador joven entrar al circuito de ventas es algo complicado. Tener local propio, armar desfiles, comprar materias primas a buenos precios y moverlas suele ser un dolor de cabeza y de bolsillo, sobre todo cuando las colecciones son relativamente pequeñas. Sabiendo esto y habiendo conocido un grupo de gente que estaba en su misma situación, los creadores de Ladrón de Guevara, deSastrería, Li.Torres, Decrisci, Urenko y Fernando More decidieron juntar fuerzas y compartir ciertas decisiones y contactos. Participar en la BAF, tener un local en común y hacer compras en conjunto son solo algunos beneficios que esta sociedad les trajo por el momento.

El equipo de Proyecto Cuadrilla

Volviendo al desfile, el primero en salir fue Ladrón de Guevara con una colección masculina: sastrería deconstruida, superposición de chalecos, sweaters largos, lineas verticales y horizontales en rojos y azules que contrastan con los tonos neutros y claros del resto de las prendas. La CPU a modo de mochila dejó más que claro el nombre de la colección, Dicotomía, mediante una metáfora sobre cómo viajaba la información ayer y cómo lo hace hoy. 

Ladrón de Guevara

Corte. Turno de deSASTRERÍA. Con dejos del lenguaje característico de la FADU, este duo presentó vestidos, faldas y tailleurs con detalles sastreros como solapas en el escote trasero de blusas, ojales que recorren las prendas, puños y cuellos que hacen las veces bretel. Plisado y gasas se mezclan en una colección de tejidos rígidos dejando un tinte de femineidad y delicadeza.

deSASTERÍA

Baja la luz y segundos después sale el primer conjunto de Fernando More. Si bien la sastrería sigue presente (es imposible evitar la tendencia), esta vez hablamos de otras épocas, otra inspiración, otra confección y otro porte. Un diálogo entre el ayer y el hoy. Los torsos semi desnudos se cruzan con capuchas y pecheras, cuellos opresivos en tonos neutros (negro, gris y blanco) y chalecos con botonaduras interminables dejan ver camisas con delicadas estampas.

Fernando More

Con aires a Rick Owens se abre la pasarela para el duo Urenko. Una colección oscura, oversized, mixta y variada que deja ver una linea muy marcada estilísticamente hablando. Las camperas de cuero se mezclan con enormes abrigos de punto en un juego de superposiciones: bermudas de vinilo para hombre sobre calzas de punto abierto (casi parecen rasgadas) y chaquetas femeninas que dejan ver las larguísimas mangas del sweater que se extiende sobre pantalones híper anchos.

Urenko

Con una paleta prácticamente acromática de blanco, negro, gris y algún azul, el quinto grupo es Li.Torres. Pantalones ababuchados acompañados por sombreros y pasamontañas en la cabeza, hacen pensar en el gaucho del futuro, inmaculado y prolijo. Con una moldería geométrica y compleja y una profusión de diagonales, logran descontracturar la colección el teñido en degradé, sin dejar de lado la masculinidad.

Li.Torres 

Y para cerrar el desfile, Decrisci y su proliferación de símbolos argentinos (remeras con inscripciones del 10, la firma del Diego y cumbia de fondo) mezclados con símbolos árabes en una colección mixta. Faldas para hombre, tablas, bermudas sobre pantalones, plástico transparente y muchas lentejuelas. A juzgar por los velos y la caracterización, Eduardo parecería haberse inspirado en la cultura bereber, tal cual lo hizo Riccardo Tisci unos años atrás. 

Decrisci


Tras el último apagón y el saludo eufórico de los ocho diseñadores, el público se retira alegre y en la sala vacía se percibe una certeza: si esto es el comienzo, lo que se viene es muy bueno.

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