En los últimos tiempos se puede ver un mayor detalle en la indumentaria, bordados, recortes, estampas recargadas, lentejuelas y tachas, podría decirse que se debe a la tendencia y por tanto a los ciclos de la moda, pero sin embargo hay diseñadores que adquieren fama por ser “futuristas” y estos no llegan al patrón antes nombrado, ni Hussein Chalayan ni Garreth Pugh se quedan en esta predicción.
La socióloga Susana Saulquin dice que la indumentaria del futuro se caracterizará por ser personalizada y única. Alberta Ferretti coincide y agrega que la mujer del tercer milenio será más independiente de la moda y hará uso de la misma en vez de ser usada por ella. Por otro lado, los ingenieros desarrollan día a día más textiles inteligentes, así el futuro está en los nanotubos y en los impulsos eléctricos. No obstante la recurrencia al vintage podría derrumbar esta teoría, pero nunca hay que subestimar el temor a lo nuevo y la consiguiente vuelta a lo viejo, a la ropa de nuestros ancestros a modo de refugio seguro. Ya lo vaticinaba Freud al decir que “nos inclinamos a ver en el estado de angustia una reproducción del trauma del nacimiento”, el mismo se genera por la dificultad para respirar, de modo que el deseo del neonato es volver al útero materno. Entonces el hecho de buscar la ropa de nuestro padres, abuelos u otros predecesores o incluso comprar prendas usadas responde al mismo estímulo.
Más allá de lo anterior, la fascinación que generó la colección de Chalayan, llena de cables y microchips, indica un avance en estos campos. Una aceptación generalizada que, además de mostrar apertura mental, deroga el inexistente parámetro futurista de minimalismo acromático.
En su colección Primavera-Verano de 2007, Chalayan muestra prendas interactivas y visualmente agradables, funcionales por sobre todo: vestidos de día que mágicamente se convierten en conjuntos de noche. Todo se esconde debajo de la tela, un cablerío conectado con microchips activa el funcionamiento de los ropajes ¿qué mas futurista que una prenda que cambia de forma con tan solo apretar un botón? Sí, hay prendas más futurista, pero la acción sucede a escala microscópica: tops deportivos que se ajustan según el ritmo del ejercicio, ropa interior que mide la actividad hormonal para luego avisar qué etapa del ciclo menstrual se está transitando e incluso camperas que te hacen “invisible”, esto hay que agradecerselo a los textiles inteligentes.
Son estos últimos los que permitirán jugar realmente a futuro con la apariencia personal, será posible cambiar estampas a medida que pasen las horas del día o incluso modificar el largo o ancho de una pollera. Teniendo en cuenta estos avances y su rápida difusión no hay motivo para decir que el uniforme es el
futuro.
A esto se le suman los nuevos tintes para telas, con mayor solidez al sol y a los lavados, los nuevos jabones para ropa, diseñados especialmente para mantener el color y los tratamientos para telas como por ejemplo el coldblack, lanzado hace unos meses por Schoeller Technologies, el cual ademas de ofrecer protección contra los rayos UV, disminuye la absorción de rayos solares haciendo que las prendas oscuras no se calienten al ser expuestas al sol.
Como si todo lo anterior fuera poco, el surgimiento de blogs de street style en gran cantidad y su creciente fama a nivel mundial indica que el estilo personal es algo preciado y admirado en los días que corren, si bien también es común ver chicas que copian el "look" que vieron en el monitor, eso no es uniformarse, porque la investigación sigue, lo que genera el desarrollo de la estética personal. Se toma el consejo y luego es adaptado al gusto de cada uno.
Dijo Gilles Lipovetsky en su libro El Imperio de lo Efímero: "Hoy en día nos vestimos mas para nosotros, mas en función de nuestros gustos que en términos de un obligatorio uniforme estándar. Por siglos, los individuos podían encontrar autonomía solamente en las decisiones de estilo y variantes; la estética estándar subyacente no era accesible al ejercicio de la libertad individual". De modo que si ya se cambiaron los estándares, la tecnología sigue avanzando y los diseñadores continúan creando, solo seguir imaginando y produciendo, así no llegará un futuro gris.
Hussein Chalayan es un diseñador inglés nacido en 1970 en Nicosia. Estudió en la Central Saint Martins y su tesis generó un gran revuelo, las prendas fueron enterradas en el patio de su casa junto a elementos metálicos.
A la hora de diseñar, este creador toma en cuenta la forma en que funciona el cuerpo en el espacio que lo rodea, sea ya físico, volumen, entorno o circunstancias socioculturales.
Junto a McQueen y a Berardi crearon el "London look".
"Las tendencias son aburridas y no trascienden. A mi me interesa la ropa, no la moda"
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