15 de septiembre de 2011

Gabasics: Susie Bubble



Más de uno debe estar preguntandose ¿Gabasics?¿Qué es eso? Hace un par de meses vi que mis compañeras de la facultad, futuras diseñadoras, estaban muy desinformadas. Sí, casi todas conocen a Balenciaga y a Dior, algunas saben quién es Yamamoto, pero ninguna ubica a Dion Lee, Anna dello Russo (mi ídola personal) puede pasar por una princesa del Este europeo y si mencionamos a Scott Schuman es muy probable que se imaginen una Ferrari roja y litros de Champagne cayendo desde un podio. 
Más allá de las crueldades que puedo llegar a decir, y creer, si hay algo que me gusta en la vida es comunicar, informar, por algún motivo soy (casi) diseñadora y escribo (no me puedo atribuir el título de periodista amateur). De modo que decidí que lo mejor que podía hacer ante semejante problemática era armarme una lista de básicos, personas en su gran mayoría, que creo que cualquier diseñadora o persona interesada en la moda, tiene que conocer, es decir, facilitarle la tarea de investigación a todos aquellos que quieran saber qué pasa en el mundo de la indumentaria.
Ahora que saben qué son los Gabasics (hay más información arriba a la derecha, donde dice Gabasics) imagino querrán saber por qué Susie Bubble es la primera, sobre todo si dije que Anna dello Russo es mi ídola. Desde hace un par de años, en el mundo de la moda surgió el "fenómeno" de los fashion bloggers, escribían de moda, mostraban cómo se vestían, cómo vivían. Eventualmente dejaron de ser Johns y Janes Doe que se sacaban fotos o que contaban quién era el nuevo diseñador del Soho, empezaron a salir en revistas, ocuparon la primera fila del desfile de Dolce&Gabbana (invitados por Anna dello Russo) y sus blogs se convirtieron en medios tanto o más importantes que Vogue, Style o i-D.
Ahora bien, hay dos tipos de fashion bloggers: los que se sacan fotos, cuentan qué comieron y qué están usando, y, por otro lado, están las que, además de hacer lo anterior, nos dan contenido, textos bien escritos, fundamentados. Susie Bubble forma parte del segundo grupo, la información que trae es fresca, viene del underground de la moda, podríamos decir que se escapa de ese mundo, llega más al diseño, a la tendencia, habla del emergente, del que mañana va a ser grande, pero hoy tiene una tiendita en una calle incognita de vaya uno a saber donde.
Una comunicadora innata. A los 27 años pudo crear su propio medio, mantenerlo y crecer gracias al mismo, viajando por todo el mundo y siguiendo los eventos más importantes, cubriendo fashion weeks, aperturas de locales como Louis Vuitton y comprando ropa vintage en cualquier lugarsucho del mundo.
Susie Bubble es el primer Gabasic porque encarna el mejor ejemplo de lo que se viene, del futuro del periodismo de moda, escribe sin restricciones para su blog y tiene su bajada editorial, para los descreídos, en revistas de renombre.

15 de agosto de 2011

De caramelos y arlequínes

Una crítica un poco objetiva y un poco subjetiva de la primera vez de Amores Trash Couture en la BAF

Salir de la BAF y pensar en escribir algo que no sea una queja es un desafío. Vaya uno a saber porqué pero suelo irme con más quejas que otra cosa. Sí, hay cosas respetables, cosas buenas, cosas excelentes y cosas deplorables. Digo cosas porque no solo me refiero a la ropa que se presenta en los stands o, como escuché por ahí, la feria; hablo de los desfiles, la organización y la concurrencia.

Pero sinceramente prefiero tomar el desafío y más que denunciar (esto ya lo hice en twitter) concluir e informar. Por este motivo elegí ir el jueves 11 de agosto, cuando se realizó el debut de Amores Trash Couture en nuestra semana de la moda.

Se preguntarán porqué que este estreno me pareció razón suficiente como para informar en vez de criticar: vengo siguiendo esta nueva insignia del diseño nacional hace un par de años, esto implica que lentamente pude notar cómo la sociedad hipster porteña, si es que le podemos dar ese nombre, iba corriendo su fanatismo de lugar.

Hace dos años en la puerta del desfile de AY NOT DEAD encontrábamos una horda de adolescente con chupines fluo esperando, o más bien desesperando, por entrar al tan ansiado lanzamiento de la nueva colección. Hoy, la fama y popularización que ganó esta marca, generaron un movimiento de los trendesetters. Sus creadores y su producción entraron ya en el circuito de la moda. Hubo que revolver el under del diseño hasta encontrar un nuevo objeto IT. Es entonces cuando las fiestas Vice se empiezan a realizar no en el sótano de Soler y Julián Alvarez, sino en el local de Amores. Migue García y Manuel García della Costa tocan en el evento y solo la créme de la créme está invitada.

Al año siguiente, un jueves de 2011, la sala número uno de la Buenos Aires Fashion Week tiene alrededor de 50 metros de cola y un grupo de fieles con atuendos más que extravagantes la encabezan: tacos y catsuits para los chicos, galeras y bombines también para ellos, animal print (¿Quién puede escaparle a la tendencia?) y coral para las chicas.

La pasarela no presenta contradicciones ni sorpresas: una esfera, un sillón y un cono envueltos en papel metalizado (acá pueden ver cómo se vistió Amores, la diseñadora, el día que la conocí). Lo mismo podría decir de la primera pasada, Naomi Preizler, quien caminaba con un vestido largo, color rosa de satén con recortes enmarcados por vivos negros, cuyo escote estaba recreado por un recorte de microtul negro también, fue la primera en salir del backstage.


Naomi Preizler, la primera en pisar la pasarela

La colección parte de los envoltorios de golosinas, esto explica el metalizado (presente no solo en la escenografía, también lo encontramos en tocados y zapatos), los colores pastel, la combinación de negro y dorado y la multiplicidad de pliegues y volados.

A pesar de estar finalizando el ciclo de los 80s, seguimos encontrando hombreras pronunciadas, brillo, animal print y monoprendas. Esto no elimina la silueta sesentosa que presentan los vestidos (esos que nos hacen recordar el atuendo de Betty Draper), ceñidos en la cintura y con vuelo por debajo de ella.

La silueta de la década del '60 con un largo más adecuado al 2011

Hay una asociación inevitable, algo que la diseñadora no dijo y sin embargo, salta a los ojos, una posible inspiración o resignificación, como podríamos llamarla, del "disfraz" del arlequín: monos, prendas ajustadas, tonos pastel, colores saturados y rombos con su perímetro en contraste. Sepamos que resignificar no es copiar y, en algunos casos, puede resultar una inspiración a nivel inconsciente.





Al cierre del desfile, el enojo era algo inminente y ni Andres Risso en pollera me calmaba. Sí, estuvo muy bien musicalizado; sí, la ropa me encantó (me compraría todo); sí, la colección es ordenada y lógica, lo mismo puedo decir del armado de conjunto y el orden de las pasadas; pero, y esto me pasa solo con las marcas nuevas, esperaba algo más, quería salir anonadada y piropeando a la diseñadora como si fuese el mismísimo Poiret.


Andres Risso

Ya con todas mis cosas guardadas, se prende la luz y en vez de salir las modelos y la diseñadora para el aplauso final, Barbara LaVogue empieza a caminar por la pasarela. Se levantaba y se bajaba el vestido plisado y brillante, se alejaba del público y se volvía a acercar; sentada en el sillón cual estrella de cabaret hizo algunos pasitos y volvió al comienzo del camino. Y ahí me puse contenta, performance o diseño, pero creatividad al fin.


Barbara LaVogue y un vestido que deja muy en claro el papel del envoltorio de caramelo en la colección de ATC


Dedicarse al diseño de indumentaria no es hacer ropa ni arte, se trata de crear y equilibrar. Industria y excentricidad son los dos extremos de la balanza y si no se les da la misma importancia quedamos en presencia de arte o de moda, pero no de diseño.


Fotos: bafweek.com y el guardarropa de yoka

12 de julio de 2011

El calce perfecto



Cada vez que un ser humano escucha o lee la palabra perfección se le eriza la piel, nadie es perfecto, no existe la perfección, la perfección no es humana. Pero hablando de ropa, hablando de sastrería artesanal sí, la perfección existe: la prenda pensada y creada para el usuario, esa prenda cómoda y que corrige las imperfecciones de su cuerpo, la prenda duradera y de calidad, esa prenda que siguen usando los nietos, esa prenda es perfecta. Hecha a nuestra imágen y semejanza, tomó la forma que deseamos el día que la concebimos, sí, su construcción siguió algunas reglas básicas y eludió otras, pero es como nosotros quisimos que sea.

Alan Flusser, autor del libro Style and the Man, entre otros, sastre y vestuarista de la película Wall Street, hace una prolija bajada de las reglas del buen vestir en lo que a sastrería refiere. Una de las leyes más importantes y conocidas es la relación de los largos de las mangas, deben verse 1,50 cm del puño de la camisa aún con el saco puesto. Hay otro tipo de máximas, menos mensurables y de igual relevancia, la importancia de los básicos, para este dandy, todo se remite a una camisa blanca y un blazer azul, quien los sepa usar correctamente, se arreglará facilmente con el resto de opciones que encontramos en el mercado.

Según Javier Estebecorena el traje es un modelo social que busca acercar el cuerpo a un estándar, hecho que se verifica en las máximas de Flusser, quien, a partir de datos y medidas exactas que buscan alargar y proporcionar el físico masculino, da cátedra sobre cómo utilizar las prendas a favor del usuario. Un dato a tener en cuenta, por más insignificante que parezca, es la ubicación del botón de la cintura "funciona como un eje, si es elevado se acorta el torso y si es bajado se alarga el torso pero se acortan las piernas" dice el autor.

La misma importancia reside en las hombreras, ya que son estas las que compensan la altura de los hombros, explica Marcelo Mazzola, dueño de la sastrería George del barrio de Recoleta. El cuerpo humano es asimétrico, de modo que siempre un hombro y una cadera son más altos que los aledaños, así, con hombreras y entretelas se corrige este pequeño "desvío", de modo que pretender eliminarlas nunca será una buena inversión.

Otra regla que menciona Mazzola es el largo del pantalón: este finaliza en el empeine del calzado, de lo contrarío quebraría y se vería poco prolijo. Sin embargo más de un cliente le ha pedido modificar el largo, ya que prefieren que el ruedo tape el taco del zapato, otra regla susceptible a ser modificada. Cuenta Marcelo que la posibilidad de modificación es una de las grandes ventajas de la ropa a medida, ya que no solo calzará perfectamente el conjunto, sino que será lo que el cliente desea desde un comienzo, sin contar los beneficios que conlleva la manufactura artesanal (el traje antes de llegar al comprador pasa solamente por tres manos -el sastre, el pompier, quien lo arma, y el planchador- hecho que elimina sustancialmente el número de errores de confección, esto sumado a la altisima durabilidad que le otorgan las costuras a mano, da como resultado un producto de altísima calidad).

Por otro lado, Estebecorena, diseñador de HE, destaca la importancia de la comodidad a nivel psicológico además de la física. "Creo que es muy fuerte el hecho de que al ponerle la prenda justa a la persona indicada, la misma brilla" dice Javier y agrega "La vestimenta debe apoyarse en tu lado más fuerte y así hacerte ver bien".

Por su parte, el modelista Ricky Casalli destaca y remarca la importancia de la comodidad física, ya que si no se está a gusto dentro de las prendas, las mismas no serán compradas o peor, no serán usadas; y lo que es cómodo para una persona puede no serlo para otra, de modo que el calce perfecto depende de quien vaya a usarlo y esa es la ley primera.


Comprar trajes en Capital

Esta es una pequeña selección de casas donde pueden comprar sastrería masculina, van encontrar marcas artesanales e industriales, todas de primera calidad.



Ver Dónde comprar trajes en un mapa ampliado